En este suelo que es Dios, construyo mi trabajo, mi familia. En este suelo que es Dios, entierro los desechos de mi vida: lo negativo, mis defectos, mis debilidades humanas. Y Dios, que es Padre, lo transforma todo en fruto, alimentos y flores. Camino tranquilo y soy un hombre feliz, realizado... porque


."¡Dios es mi suelo!"


- Roque Schneider -